Si bien la entrega anterior no fue el agrado de muchos por la sobre actuación del protagonista sumado a un guión que dejó mucho qué desear, esta segunda entrega es sin duda TODO LO CONTRARIO.
¡Shazam! La furia de los dioses funciona y lo hace muy bien como una película llena de secuencias de acción y mucha comedia que te hará pasar un rato muy agradable.
De la mano de dos increíbles villanas interpretadas por las magistrales Helen Mirren y Lucy Liu, ¡Shazam! La furia de los dioses fluye en más de dos horas de carcajadas y buenos momentos. Y sí, hay sorpresas y dos escenas post créditos.
En un mundo donde cada vez las películas son más grandes y exageradas, una historia sencilla y sumamente divertida, sorprende.
Y es que Oso Intoxicado, te hará pasar un rato muy divertido que no esperabas, lleno de situaciones violentas, gore y políticamente incorrectas para el mundo que hoy vivimos.
Asesinatos, persecuciones y hasta niños consumiendo sustancias, son algunas de las cosas que Oso intoxicado te dará en una hora y media de humor negro.
Sin duda, se abre una nueva puerta cinematográfica en donde los animales bajo el influjo de algo ilegal serán los protagonistas
Elvis Presley es ampliamente considerado como el rey del rock and roll. Con su estilo único de música y su personalidad carismática, revolucionó la música popular en la década de 1950 y sentó las bases para el desarrollo del rock and roll. Su impacto se extendió más allá de la música y lo convirtió en una figura cultural importante, influyendo en la moda, la televisión y el cine. Además, su legado musical ha sido duradero y sigue siendo una fuerza dominante en la cultura popular hasta el día de hoy. Considerado como una religión, sus seguidores devotos persiguen todo lo que se pueda ofrecer acerca de Presley y es donde llega el joven, Emilio Santoro, nacido en Weston-super-Mare, Inglaterra. A la edad de 16 años, comenzó a seguir los pasos de Elvis y ha estado ascendiendo en las filas de los artistas tributo a Elvis Presley, durante en los recientes años. Ha obtenido múltiples premios y admiradores en el camino.
En 2019 hizo su tan esperado debut en Estados Unidos, en la ciudad natal de Elvis Presley, Memphis, durante la semana de Elvis. Su experiencia en la semana de Elvis de 2019 culminó con la división no profesional del Campeonato Mundial ‘Imágenes del Rey’, donde triunfó con solo 17 años. Después de Memphis, Emilio ingresó al concurso Porthcawl 2019 y se fue como Gran Campeón. Luego completó el ‘Hat Trick’ en Blackpool en el concurso ‘Return to Memphis’, todo en el año 2019. Su voz grave, pasos e imagen física, se ha establecido para ofrecer unos de los mejores espectáculos tributos a El Rey del rock and roll.
Emilio también produjo sus dos primeros álbumes, With Love, y The Christmas Album. Su tercer álbum, At the Movies, siguió en 2021. El 2022 comenzó con una gran explosión, ya que Emilio obtuvo la victoria en el Campeonato Europeo de Elvis de 2022 en Birmingham, Reino Unido, lo que significa que ahora ha completado un ‘barrido limpio’ de todos los títulos europeos disponibles. Este título europeo resultó en la atención de los medios nacionales. En abril de 2022, Emilio ganó el premio ‘People’s Choice’ en Canadá en el hermoso ‘Niagara Falls Elvis Festival’
El punto culminante competitivo (hasta ahora) de la carrera de Emilio ocurrió en agosto de 2022 cuando superó la oposición más increíblemente dura para convertirse en el campeón mundial profesional de Images of the King, un momento histórico ya que se convirtió en el ganador de un título mundial más joven de Europa en Elvis Presley Boulevard. Pensamos que esto era enorme, pero llegó la empresa de tecnología Metaphysic.ai y Emilio se unió al equipo y apareció en una final histórica de America ‘s Got Talent en septiembre de 2022. Emilio Santoro, llegará con un espectacular tributo a Elvis, el próximo primero de abril a las instalaciones del Teatro Diana en Guadalajara. Como invitados especiales, la legendaria agrupación de rock mexicano, El Amor, originarios de Monterrey, Nuevo León, fueron partícipes del gran festival Avándaro y Los Locos del Reino con un tributo a los grandes temas de la década de los 1950 y 1960. Venta de boletos por sistema Ticketmaster.com.mx y en taquillas del Teatro Diana.
¿No conoces a Emilio Santoro? ¡checa una de sus canciones!
Una historia de arrepentimientos y acción como solo la saga sabe manejarlo.
Michael B. Jordan y Sylvester Stallone de la mano de Metro Goldwyn Meyer, nos traen lo que parece ser el cierre de la leyenda de Adonis Creed, hijo del mítico Apollo quien tuviera duras batallas con Rocky. Con la dirección del mismo Jordan, tenemos una historia, que, si bien interesante hay algo que en el proceso le hace falta, de cualquier manera, al ser una película sobre boxeo, centrada en el deporte en sí, no hay muchas sorpresas que se puedan esperar.
Nos encontraremos a un Adonis maduro enfrentando nuevos retos desde el retiro, la llegada de un viejo amigo buscando su oportunidad de convertirse en campeón, le trae demonios del pasado que estaban ocultos, y de alguna manera vuelven a atormentarlo. Siendo ahora su reto mas grande, afrontar y aceptar el pasado.
En el elenco tenemos a Michael B. Jordan, Jonathan Majors, Tessa Thompson, Florian Munteanu, y Wood Harris entre otros. Nos brindan una actuación convincente, que enmarca adecuadamente la historia, aunque por momentos se siente que le falta profundidad a la misma, algunos eventos se desarrollan muy rápido como para llegar a ser convincentes. Tenemos también un cameo de un famoso conocido de todos, un tanto gracioso.
Jonathan Majors como antagonista es buena, aunque un poco forzada, si bien no por la actuación si por el desarrollo de la historia, a pesar de esto cumple con el objetivo, ya que hará sentir al espectador la indignación que un buen villano debe generar, y, llegado el punto, a una redención relativa.
En el clímax de la historia, la pelea final como es obvio suponer (después de todo estamos hablando de una película de la saga de Rocky-Creed), no hay nada nuevo bajo el sol, salvo algunas escenas visualmente únicas, en las cuales se logra el énfasis del conflicto personal entre ambos pugilistas, pero de poca duración, adelantando y terminando muy rápidamente la pelea, es posible que un poco más de desarrollo de la pelea misma hubiera cerrado de una mejor manera. Le falta emotividad.
En la banda sonora tenemos temas como Sinner & Saint de Tomme Profitt, Beacon Light y Moiba Mustapha, Ready or not de Fugees, Not your hero de Emanuel Vo Williams, No Friends in the industry de Drake, y Ma Boy de Dreamville.
En resumen, Creed 3, es una película honesta que entrega lo que se oferta, no es la más novedosa, ya que repite la misma fórmula usada en este tipo de películas, pero esto no la hace menos divertida, ¿la disfrutamos al verla? ¡Sin duda! Si ya viste toda la saga de Rocky, entonces no puedes dejar pasar esta entrega, quien sabe estemos presenciando el inicio de una nueva generación/saga en el futuro.
La directora Sarah Polley nos reunió a todos en el 2010. Estuvimos dentro de una colonia religiosa donde se detuvo el tiempo en una época donde la medicina moderna no tenía lugar, ni el acceso a la educación de las mujeres y donde se cometían todo tipo de atrocidades en el nombre de Dios.
Esta cinta cuenta con un espectacular elenco conformado por Rooney Mara (Carol), Jessie Buckley (La Hija Oscura), Judith Ivey (Banderas de nuestros padres), con los ganadores del Emmy®, Claire Foy (serie The Crown) y Ben Whishaw (serie Un Escándalo Muy Inglés) y la ganadora del Oscar Frances McDormand (Nomadland).
En esta impactante película conoceremos a un grupo de mujeres, quienes durante el año 2010 se enfrentaron a la decisión más importante respecto a su futuro y el de sus hijos. Tras ser víctimas constantes de violencia física, sexual y psicológica, tendrán tres opciones: mantener las cosas como están, quedarse y pelear contra los hombres o abandonar la comunidad para empezar una nueva vida.
Escuchamos a mujeres de todos tipos de pensamiento (aún perteneciendo a una misma comunidad) y fue impresionante como el guión jugó un papel importante como abogado del diablo.
Se manifestó de una manera bellísima como la contrariedad de los unos es verdad para otros y viceversa, así como fue increíble ver a Rooney Mara en otro papel que seguramente será parte de un marcaje a quienes también puedan ir a ver Ellas hablan.
Por primera vez en años, supimos la verdadera definición de abogado del diablo en el guión de una película. Una trama que nos hace apreciar todas las posturas, que duele en la introspección, que es una maravilla visual… espectacular. No sorprenden tantas nominaciones, fue un verdadero espectáculo.
Si eres fan del universo marvel, esta película la has esperado con ansias, si no eres fan y te aventuras a verla te dejará con un buen sabor de boca. Un filme que te llevará entre risa, suspenso y acción, Quantumania es una gran experiencia que nos traslada al mundo del universo quantico, con increíbles efectos visuales que nos llevan a una atmósfera totalmente única, llena de criaturas fantástica que nunca creerías que existen en un mundo tan pequeño.
A pesar de que Ant-man no es el héroe más representativo de los vengadores (y el filme mismo hace mofa de eso) Scott Lang demuestra estar a la altura para dar el banderazo a la fase 5 del MCU haciendo frente al temible Kang el conquistador, pero no sólo sino acompañado de Hope Van Dyne (The Wasp), Henry Pym, Janeth Van Dyne e incluso su hija Cassie, mostrándonos que cualquiera puede ser un héroe si se determina a dar un paso adelante y no ser indiferente ante las injusticias que están a su alrededor; finalmente eso es lo que representa ser un vengador.
La historia en su desarrollo nos irá develando parte de lo que vivió Janeth Van Dyne durante los 30 años que estuvo encerrada en el mundo quantico y nos enlazará nuevamente al multiverso y sus terribles amenazas, mostrándonos los villanos que amenazaran la existencia de nuestro universo en el futuro y trayendo de vuelta fantasmas del pasado.
Como es clásico de las películas de marvel, este filme cuenta con dos escenas post créditos que te darán una idea de los próximos pasos en el MCU, en los que se irán integrando a los héroes que hemos visto en las últimas películas y series para hacer frente a esta nueva amenaza.
Una animación española por las que pocos apostaban llegó a la pantalla grande para demostrarnos que las buenas historias pueden venir de cualquier parte.
En Egipto, en las profundidades de la tierra, hay una ciudad de momias que data de hace 3000 años. Por mandato imperial, la princesa Nefer tiene que casarse con Thut, pero ninguno de los dos, quiere hacerlo: Nefer anhela la libertad y Thut es alérgico al compromiso. Pero el mandato de los dioses son ineludibles, y ahora Thut tendrá que casarse con Nefer en tan sólo siete días, llevando a la boda el antiguo anillo que le ha regalado el faraón.
Cuando Thut descubre que le han robado el anillo, no tiene más remedio que subir al mundo humano e infiltrarse en el Londres actual. Le acompaña su hermano pequeño Sekhem, un niño de ocho años que quiere recuperar el estatus de héroe de carreras de Thut; y Croc, un bebé cocodrilo y mascota de Sekhem; así como también Nefer, que aprovecha la oportunidad para huir del matrimonio y perseguir sus sueños. Juntas, las tres momias, tendrán que navegar por el Londres actual, recuperar el anillo que Lord Silvester Carnaby ha robado y, algo que no estaba en los planes de Thut y Nefer, aprenden a quererse.
La historia es una propuesta divertidísima para toda la familia con personajes que se volverán icónicos desde ya. Con un ritmo ágil para los niños pero sin perder el hilo conductor para los adultos; las momias y el anillo perdido es una bonita sorpresa que vale la pena ver en la pantalla grande.
Antes de entrar a la función de The Whale, sólo sabía que la crítica internacional esperaba con ansias la película que marcaría el retorno triunfal de Brendan Fraser a Hollywood. Lo primero que noté al comenzar la nueva película de Darren Aronofsky fue que la pantalla aparecía en formato 4:3 y primero pensé que debía haber sido algún error del proyector, pero pronto entendí el propósito de presentar la cinematografía de esta manera. El formato 4:3 es llamado así por su relación de aspecto entre el largo y ancho de la pantalla. Un formato 4:4 sería un cuadrado perfecto donde el largo y ancho de la pantalla son exactamente iguales. En el formato 4:3, el ancho es 25% más corto que el largo de la pantalla, es decir, la película está presentada en un formato rectangular que se asemeja más a un cuadrado. Este estilo es en el que estábamos acostumbrados a consumir programas de televisión porque las pantallas en casa solían ser cuadradas y las pantallas en cine eran rectangulares y alargadas, estilo widescreen. Últimamente varias películas han hecho uso de este recurso de maneras artísticas muy efectivas como en The Lighthouse de Robert Eggers donde se utiliza junto con la fotografía en blanco y negro para generar una atmósfera que recuerda al expresionismo alemán de principios del siglo XX, o en X de Ti West donde la película abre desde el interior de un granero en 4:3 y en forma que avanza la cámara hacia adelante la imagen se expande hasta llegar al formato widescreen al que estamos acostumbrados hoy en día para simbolizar el cambio de los tiempos desde la perspectiva de la dulce y tierna anciana Pearl que protagoniza la película. En el caso de The Whale, tenemos este formato reducido en pantalla para enfatizar la claustrofóbica existencia y la preocupante obesidad mórbida de Charlie, un profesor de literatura que después de una gran tragedia en su vida se ha recluido en su casa y pasa sus días comiendo comida chatarra en exceso a manera de una lenta autodestrucción.
A pesar de su devastadora tristeza y soledad, Charlie mantiene su buen humor y optimismo y trata de enfocarse en los aspectos más positivos y auténticos de las personas. En verdad la actuación de Brendan Fraser es merecedora de toda la expectativa que ha generado, es un papel que se beneficia inmensamente del desbordante carisma que siempre ha presentado este gran actor. The Whale es tan oscura y deprimente como suele ser la filmografía del director, pero irónicamente Fraser es el que se encarga de brindar la ligereza que mantiene equilibrado el tono. La historia se desarrolla en una semana dentro de la vida de Charlie donde es visitado en un principio por Thomas, interpretado por Ty Sympkins, un misionero que por alguna extraña razón se siente comprometido a salvar el alma de Charlie después de que lo encuentra a solas en su sala sufriendo de un ataque de ansiedad mientras ve pornografía. Charlie no está seguro si está sufriendo un ataque de pánico o al corazón pero en caso de estar muriendo le pide al misionero que le lea un ensayo sobre Moby Dick que siempre mantiene cerca por razones que descubriremos conforme avanza la trama. Por fortuna, poco después llega la enfermera Liz (Hong Chau) que se encarga de cuidar al profesor todos los días y en el transcurso de la semana Charlie también es visitado por su hija y su ex esposa, interpretadas por Sadie Sink y Samantha Morton respectivamente. Y es a través de estas visitas que logramos entender un poco más sobre la situación de Charlie, cómo llegó a donde está y hacia dónde se dirige su vida.
Como ya se ha hablado por meses, la actuación de Fraser es sin lugar a dudas magnífica, sin embargo el resto de las actuaciones son muy desbalanceadas. Hong Chau es quien probablemente ofrece la actuación más consistente dentro del resto del reparto, pero Sadie Sink y Ty Sympkins en particular ondulan entre parecer que no lo toman del todo en serio o que lo toman demasiado en serio y se envuelven en un melodrama adolescente del montón. Otro factor que juega en contra de la película es el hecho que todo se desarrolla en cinco días consecutivos, y por lo tanto el desarrollo de personajes se siente un poco forzado. Es difícil creer que en el transcurso de menos de una semana estas personas logren pasar por tanta turbulencia emocional y cambios personales después de una vida de combatir con cada uno de sus conflictos individuales.
Aunque es presentada de una manera muy artística, realmente no hay un gran mensaje que comunicar y varias de las temáticas que se abordan se sienten superficiales y más enfocadas en provocar una reacción emocional en el momento que en explorar a profundidad la condición humana de los personajes. The Whaleno es perfecta, pero en sintonía con su mensaje general de aceptación no tendría por qué serlo. Es una película que va a satisfacer a todos los fans de Brendan Fraser que vitorean con emoción su triunfal retorno, así como a todos los seguidores de Darren Aronofsky, ya que bien pudiera ser el cierre de una trilogía temática junto con The Wrestler y Black Swan. A fin de cuentas, al igual que en esas dos películas, nos presenta la historia de un personaje con una compulsión autodestructiva que puede terminar con su vida de no ser capaz de cambiar su comportamiento.
En los últimos 10 años, Dave Bautista ha demostrado un enorme crecimiento como actor y se ha vuelto una figura carismática con un talento comparable con The Rock, por hablar de actores con trayectorias similares. Sin embargo Dwayne Johnson tiene años en su zona de confort y Bautista, aunque no se puede decir que tenga un rango muy amplio, constantemente busca papeles distintos y logra destacar en cada uno de ellos. Gracias a esto, en esta última década ha trabajado con grandes directores como James Gunn, Denis Villeneuve, y Rian Johnson, por mencionar algunos, y ahora ha sido el momento de trabajar con M. Night Shyamalan, un director igual de famoso pero mucho más controversial. Sí, hasta más controversial que lo que los fans de Star Wars consideran a Rian Johnson. En Knock at the Cabin, Bautista interpreta a un profesor de primaria llamado Leonard, quien es a la vez intimidante y una ternurita de persona. Un papel que le queda como anillo al dedo a este amable gigante musculoso que colecciona loncheras. De verdad eso hace en la vida real, búsquenlo. Leonard, acompañado de otros 3 extraños, ha sido encomendado con una difícil tarea: visitar una cabaña vacacional donde se encuentra una familia y explicarles que el apocalipsis está a un día de suceder y la única manera de detenerlo es que algún miembro de la familia muera a mano de uno de sus familiares. Hasta este momento, la premisa suena relativamente interesante y a pesar de todas las flores que le echo a la carrera de Dave Bautista, cuando puedes con confianza decir que su actuación es lo mejor de toda la película o quizás lo único bueno, sabes que te has encontrado con problemas. Con todo respeto, Sr. Bautista.
No significa que el resto del elenco sea malo, pues al menos Jonathan Groff y Rupert Grint han demostrado actuaciones de gran calidad previamente en teatro, cine y televisión, pero Shyamalan no supo qué hacer con ellos. Después de haber planteado a la familia este imposible dilema de elegir entre matar a uno de sus integrantes o dejar que acabe el mundo realmente no pasa nada más durante la película, solamente tenemos a 7 personas sentadas en la sala de televisión de una cabaña en el bosque tratando de convencerse de si la situación es real o no, y en caso de ser real qué decisión van a tomar. Es como si Cabin in the Woodshubiera sido una película aburridísima y desangelada. No hay ningún tipo de tensión ni desarrollo de personajes y el mensaje que quiere comunicar la película, si es que existe, es demasiado confuso.
Como es característico del director, la película parece tener la intención de predicar sobre algo ambiguo que raya en religioso pero de ninguna religión en particular. En momentos parece que hace alusión a los seguidores de Donald Trump con referencias burdas a Steve Bannon, #pizzagate y QAnon pero no queda claro si lo hace a favor de Trump, en contra o simplemente se hacen referencias al azar para dar la finta de que la película tiene una intención o una temática. A estas alturas me hubiera encantado que hicieran el intento de fingir que la película tenía trama. La familia que vacaciona en la cabaña está compuesta de dos hombres gay que adoptaron a una niña y hay momentos que la película parece inclinarse hacia un mensaje en contra de la homofobia y otros momentos determinantes que parecen inclinarse hacia la homofobia o al menos a darle la razón a los homófobos. Para ser una película del apocalipsis es un desastre de película y no una película de desastres.
Hay momentos donde Shyamalan saca a relucir su Roland Emmerich interno y muestra escenas de destrucción masiva que podrían haber hecho de esto una película mucho más entretenida al menos visualmente, pero todo lo vemos desde una pantalla de televisión dentro de la misma aburrida sala de televisión de la cabaña. Tenía algo de esperanzas de al menos ver algo absurdo y ridículo como The Happening y sus escenas donde las plantas hacen que la gente pierda todo el sentido de preservación. Al menos eso hubiera sido divertido, es difícil ver The Happening sin reír de lo mala que es. Knock at the Cabin ni siquiera es tan mala que es buena, simplemente es mala.
Desde que se anunció la producción de “Quiero Bailar Con Alguien: La Historia De Whitney Houston” me entusiasmó la idea de conocer la versión “oficial” de la vida y muerte de una de las mujeres más incomprendidas de la historia musical. Mis expectativas eran muy altas y lamentablemente el resultado quedó por debajo, más no es una mala película. Nos encontramos ante un entretenido biopic, que sin embargo no llega al fondo de la historia.
Con un energético arranque, la película nos lleva a lo más alto, al viaje que convirtió a Houston en la artista más conocida del planeta, dándole el apelativo de “La Voz”. Desde muy joven, enamoró a todo el mundo con su talento y la coloco rápidamente entre las artistas más grandes de la historia. Lamentablemente su caída fue casi tan rápida como la subida, debido principalmente a su adicción a las drogas, a un matrimonio problemático y a la presión y expectativas de todo su núcleo, sumado al de la opinión pública. La luminaria falleció a los 48 años tras un incidente relacionado con las drogas, final que lamentablemente no sorprendió a muchos.
Evidentemente, este material es suficiente para que Hollywood eche la vista atrás y nos muestre la vida de la artista a lo grande. Si bien, el resultado no es malo, deja por el camino muchas dudas y la sensación de que nunca acaba de escarbar en el alma de la historia.
En 2017, el documental de Nick Broomfield “Whitney: Can I Be Me”, puso al descubierto un lado prácticamente desconocido de Whitney: su bisexualidad. En dicho material se revela cómo Whitney tuvo que ocultar y eventualmente terminar su relación con Robyn Crawford, su mejor amiga y pareja por muchos años. Primero fue la presión de su familia y luego una estrategia de imagen, fue ahí que comenzó a desprenderse de su esencia, para complacer.
Luego fue el documental “Whitney”, del aclamado director Kevin Macdonald el que mostró los conflictos que generó en Whitney el no encajar con su comunidad afroamericana, por acusarla de no enaltecerlos a través de su música y por el otro como nunca fue totalmente aceptada en una sociedad mayormente “blanca”, por estereotipos y racismo generacional.
Pero ambos materiales coinciden en que estos fueron detonantes que arrojaron a la interprete a evadir su realidad con el consumo de drogas, y que incluso su propia familia inducia para tener más y mejor control de su vida y dinero.
En “I wanna dance with somebody” se puede ser testigo de manera ficcionada, desde que es descubierta por quien fuese uno de sus mayores amigos y protectores, hasta su fallecimiento, una película con muchísimo que contar, de ahí que tenemos sus casi dos horas y media de duración), pero que no termina de encajar todas las piezas de forma coherente. Es una sensación extraña, porque la película es larga, pero se notan los cortes de tijera en la historia, las escenas encajadas a la fuerza en la película. Especialmente a partir de la segunda parte de la película, cuando todo empieza a desmoronarse en torno a Houston, con sus relaciones personales siendo destrozadas y con la artista sucumbiendo a las drogas. El guion es correcto, pero no se atreve a profundizar, y se queda a medio camino.
Es el dilema de los biopics. ¿cuidar la imagen del artista o mostrar la realidad sin filtros? No se trata de ir a los extremos sórdidos (como sucedió recientemente con “Blonde”, la biografía ficcionada de Marilyn Monroe) pero si de atreverse a narrar los momentos que nadie quiere narrar. En la película se insinúa veladamente la sexualidad de la artista, de los problemas con su padre, su matrimonio tóxico y mediático y las drogas… pero, por encimita. Nada más. Insisto, no es sordidez lo que busco. Es profundidad. Aquí hay miedo y lo esconden al tratar de exaltar los momentos de éxito de la cantante, pero no justifica jamás sus motivos autodestructivos. Por eso es por lo que el filme falla.
Hay que resaltar el sensacional trabajo de Naomi Ackie quien sabe que imitar la voz de Houston es imposible, por lo que la mayoría de la película usa en sus canciones la voz original y no la de la actriz. Pero el resto del metraje, la Ackie sabe pasar por un enorme rango de emociones para dar vida al personaje. Desafortunadamente, cuando llega la etapa madura, la actriz tiene 31 años, no 48, y se nota.
En conclusión, nos encontramos ante un biopic con un sólido reparto, quizá visualmente se siente como si fuera un telefilme, pero con cierta fuerza en la historia y un par de grandes ideas, no las termina de desarrollar, pero lo intenta al menos. Lo mejor, la representación completa de algunos momentos musicales importantes en la carrera de Whitney y disfrutar de su voz con el volumen y potencia que sólo una sala de cine nos puede brindar. Sólo por eso volvería a pagar con entusiasmo el boleto.