Opinión. Scream: la triunfal reinvención del terror con un homenaje bien pensado.

Aunque muchos aseguran que “Pesadilla en la calle del infierno” es la obra cumbre de Wes Craven, la realidad es que su mayor legado no sólo al género, sino al cine mismo fue “Scream“, título que, en 1996, no sólo reinventó el terror, pues apareció justo cuando ya no quedaba nada por descubrir. Con un magnífico guion del, en ese entonces debutante Kevin Williamson, “Scream” logró innovar por combinación entre homenaje, metalenguaje, comedia, parodia, thriller y, por supuesto, un gran slasher

Ahora, 26 años después, “Scream, 2022″, que no es otra cosa más que “Scream 5” disfrazada de “re-cuela” arranca de manera audaz con una pregunta sencilla: “¿Qué tan bien recuerdas el original?” cuestionamiento que hace el nuevo Ghostface a su primera víctima y que es la columna vertebral de esta película. 

Como dictan las reglas, aquí hay una nueva protagonista, Sam Carpenter (obvio, el apellido no es casualidad), interpretado por la mexicana Melissa Barrera, quien encarna a una “final girl” con un secreto que saldrá a la luz de su oscuro pasado. Ella aparece en escena luego de que Tara, su hermana menor es acuchillada por Ghostface en un glorioso homenaje a la secuencia original de Drew Barrymore, que actualiza con ingenio los diálogos ya no para hacer referencia a los clásicos como “Viernes 13” o “Halloween“, sino ahora a la misma saga, a través de su propia metaficción llamada “Stab“. La gran diferencia con la primera es la impactante brutalidad y sadismo de este Ghostface. Acompañada de Richi, su solidario novio, Sam regresa a Woodsboro, dónde se reencontrará con los amigos de Tara, miembros de la generación Z, y claro, también amantes del cine de terror, pero de ese “sofisticado” como “The Babadook“, “Hereditary” o “La Bruja“).

Luego de que la sangre empieza a correr, no tardan en reaparecer en escena el trío original: Sidney, Gale y Dewey. Si bien Neve Campbell, Courteney Cox y David Arquette han regresado para cada película, la emoción al verlos de nuevo en acción va en incremento. La vieja química entre el policía y la reportera ahora se siente melancólica, lejos de esa dinámica divertida que los caracterizó. Lo cual no es malo, por el contrario, permite que la cinta se detenga un poco para cerrar viejas historias y dar paso a su sangriento acto final. La reina de la historia, Neve Campbell, vuelve a ponerse fácilmente en los zapatos de Sidney, pero, como frecuentemente nos lo recuerdan aquí, ésta ya no es su historia…

Sobre los giros en la historia y la identidad de Ghostface prefiero no hablar y espero que los spoilers no arruinen la experiencia del visionado, sobre todo de los fanáticos.

Para nadie es novedad que las franquicias cinematográficas han regresado para marcar la última tendencia de Hollywood: secuelas heredadas que se dan el lujo de quitar y poner a su antojo lo que les sirva de sus canones. Es aquí donde aparece el término ‘re-cuela’: un híbrido de secuela y reebot centrado principalmente en nuevos personajes, pero que puede existir sólo dando continuidad a la película original y para traer de vuelta a los viejos personajes que todos aman. Ahí está “Halloween” de David Gordon Green o el “Candyman” de Nia DaCosta, por citar algunos. Retirar el número del título y al mismo tiempo reducir la serie a lo básico es parte del juego actual. Sin embargo, jugar siempre ha sido el modus operandi de “Scream”.

Craven y Williamson utilizaron la cultura pop, la crítica social y los homenajes a los clásicos para marcar la base de Scream, esta quinta entrega lleva la idea a un siguiente nivel. No es un filme en el que sólo vemos cadáveres caer, logra crear una tensión genuina, sin tomarse en serio haciendo uso de las reglas, ya no del género, si no de la misma saga. Lo mejor de todo es que, aunque pudiera parecer que es oportunismo por la nostalgia, los directores hacen todo por evitarlo y se enfocan en el fandom, incluso como la justificación de su existencia.

En conclusión, hoy no puedo más que felicitar y agradecer a los directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, quienes son el mejor relevo del difunto Craven y que no solo ofrecen una película gloriosa para los fans (se nota su gran amor por la saga, al auto reconocerse como profundos fanáticos), sino que logran con maestría enseñar que todavía se puede sorprender, aun cuando se trate del remake de una re-cuela de una cuatrilogía de slashers autorreferenciales. 

Por Enrique Chávez

https://sincronia.us11.list-manage.com/track/click?u=bdcf68930f823875746770a39&id=1c10118aac&e=1a844dc6f6

Una respuesta a “Opinión. Scream: la triunfal reinvención del terror con un homenaje bien pensado.”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *