No hay imagen o video que haga justicia a lo experimentado ayer por una sala Plácido Domingo del Conjunto Santander de Artes Escénicas al tope de energía. Parecería una exageración la aseveración que acabo de hacer, pero no es una falsedad.
Podría ser mi parte nostálgica la que habla al no poder haber asistido a conciertos durante ya casi año y medio, sin embargo ayer pareció que el tiempo en realidad no fue tanto, hasta lo olvidé en algún momento. La banda integrada por David Velasco, Fernando de la Huerta, Diego Rangel y Victor Valverde salió al rededor de las 9:40 de la noche para deleitar a su público tapatío.
Es curioso ver que la frase “Nadie es profeta en su tierra” no sea una tajante para la agrupación. Horas antes del concierto se había anunciado que el evento era un Sold Out. Pasando por temas como “Pajaros”, “Huitzil” o “Himno Eterno” los presentes corearon y bailaron al ritmo que estos músicos ponían. Al grado de que hubo varias veces que las personas de seguridad que estaban al rededor tenían que recordarle a los asistentes que permanecieran en sus asientos, es difícil obedecer cuando la emoción te está ganando.
¿A qué me refiero con “La experiencia”? Nada más obvio. Esta es una banda que se tiene que ver en vivo sí o sí. Probablemente algunos de ustedes los hayan visto en algún festival de manera incidental. Sin embargo, verlos solo a ellos es algo especial.
No hablo como un fan de la banda sino de una manera crítica en su presentación. La coordinación que tienen con su ingeniero de audio o con el personal encargado de la iluminación se nota. Se ven las horas que han invertido en crear una atmósfera única.
El público nunca paro de demostrar el amor que le tienen a esta agrupación, por más de una hora nadie estuvo sentado, a pesar de ser un recinto para disfrutar otros eventos, la sala Plácido Domingo no había estado, o por lo menos, no las veces que me ha tocado estar en ella, más al borde de la emoción.
Sin más, espero que la siguiente vez que tengamos la oportunidad de ver un show de este calibre, volvamos a ver esa alegría que despide el ver a una banda tan entregada al disfrute del público, como a un público tan fraterno.
¿Estuviste ahí? ¡Déjanos tus imágenes! Quizá entre todos podamos representar un poco de lo mucho que ayer se vivió en el Conjunto Santander.