“Hecha para degustar de manera lenta y atenta. The Alto Knights no es para cualquiera”.

Dirigida por Barry Levinson (Buenos días Vietnam, 1987), escrita por Nicholas Pileggi (Goodfellas, 1985) y protagonizada por Robert De Niro y James Ciccone, llega a cines The Alto Knights. Una película que narra el choque y pelea entre Vito Genovese y Frank Costello, dos de los más grandes jefes de la mafía en Estados Unidos durante los años 50´s.

Uno de los aspectos más llamativas de la película es su elenco y equipo técnico, pues son personas que han participado en películas que se han catapultado en la historia del cine. ¿Pero eso es suficiente para hacer una buena película?

Alto Knight es una película que no es una mala película, pero tampoco es una película inolvidable. Por desgracia, lo que evita que esta película llegue a destacar recae en los aspectos técnicos de la película.

La forma en la que es narrada la historia es inconsistente y tediosa. El inicio es impactante y llamativo, pero a los pocos minutos se mete en una maraña de contexto y presentación de personajes que la vuelve tediosa. A consecuencia de esto, te da la sensación de que si parpadeaste o no captaste alguna frase entre el mar de diálogos que existen en la película, pierdes contexto de lo que sucede y sea más difícil poder seguir el hilo de la historia. Además de eso, el recurso del montaje que brinca entre talking heads de De Niro en diversos escenarios no termina de encajar con el estilo del resto de la película.

Todo lo anterior es una lástima, pues la película tiene destellos que la vuelven llamativa e interesante. Tal es el caso de escenas como la de la barbería, así como las actuaciones de James Ciccone y Cosmo Jarvis, claramente acompañados de Robert de Niro.

The Alto Knights es una película inconsistente en su técnica que tiene momentos de brillantes, que podrá valer la pena, para todos aquellos que se animen a sortear su maraña de diálogos e inconsistencias y logren llegar a la segunda mitad de la película.