Con una propuesta interesante, comedia clásica y bizarra, Amsterdam podría ser una buena película, si no fuera tan reiterativa.
Para empezar esta reseña debo de ser sincero y aclarar que esta es la primera película que veo del director Davud O. Rossel (Joy: El nombre del éxito, 2015) junto a esto, fue escasa la publicidad que llegué a ver del proyecto – a pesar de contar con un elenco multi-premiado del Star System– lo cuál me hizo llegar sin ninguna expectativa -para bien o para mal- a la función.
Si son como yo antes de la función y no tienen ni idea de qué trata, la sinopsis es la siguiente: Ámsterdam es la epopeya romántica sobre tres amigos que se ven envueltos en una de las tramas secretas más impactantes de la historia de Estados Unidos. Basada en hechos reales que se mezclan con ficción.
A primera vista, la historia puede parecer interesante para aquellos fans de las películas policiales y misterio. Sin embargo, este misterio se vuelve el motor para que su director aborde otros temas como el amor, las consecuencias de la guerra, la amistad, el fascismo, entre muchos temas más, y es ahí dónde empieza el problema del filme.
Pareciera que la justificación del porqué que se abordan todos los temas anteriores al mismo tiempo es porque toda la historia se presenta desde el punto de vista de Burt (Christian Bale), un doctor veterano de la primera guerra mundial con problemas maritales, adicto a la morfina y ex-alcohólico. Desde el inicio del filme se nos presenta que Burt es una persona de buenas intenciones, pero que su percepción del entorno se ve afectada por los medicamentos experimentales que inventa para ayudar a sus compañeros veteranos. A pesar de querer justificarlo de esa manera, la película termina de ser tan general y poco concisa en cada uno de los temas que afecta en el desarrollo de la trama, alargándose aún más de lo que debería, volviéndola bastante repetitiva y redundante al final.
Lo anterior es una lástima, pues la película cuenta con un elenco y un crew sobresaliente: Christian Bale, Margot Roobie, John David Washignton (Tenet, Christopher Nolan. 2020), Rami Malek, Anya Tylor-Joy, Robert De Niro, Zoe Saldaña (Avatar, James Cameron. 2009), hasta Taylor Swift, entre muchos más. Ninguno de los actores defrauda y las integraciones de sus personajes se sienten orgánicas a una trama que logra generar humor y suspenso. Además de la dirección de fotografía de Emmanuel Lubezki.
El problema es la forma en la que se alarga la conclusión del filme, queriendo explicar algo que ya había quedado claro a lo largo de la historia. Perdiendo así a la mayoría de los espectadores.
A manera de cierre. Amsterdam tuvo la oportunidad de ser una gran película por su trama interesante, un manejo bizarro de la comedia, su temática y su elenco; pero se perdió en la conclusión de sí misma.
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