El Club de los Vándalos: una mirada matizada y agridulce sobre la cultura motociclista.

“El Club de los Vándalos” dirigida por Jeff Nichols, es una exploración cautivadora del ascenso y la caída de una pandilla de motociclistas del Medio Oeste de los años 60, conocida como los Vandals. Inspirada en el libro de fotografías de Danny Lyon de 1967 con el mismo nombre, la película profundiza en temas de rebelión, amistad y la búsqueda de la libertad en la carretera abierta.

La película cuenta con sólidas actuaciones de su elenco, en particular Tom Hardy, Austin Butler y Jodie Comer. Hardy interpreta a Johnny, el fundador del club, con una mezcla de dureza y vulnerabilidad, capturando el espíritu contradictorio de un hombre que busca propósito en su vida. Butler, por su parte, da vida a Benny, un joven rebelde cuya atracción por las motos es tan intensa como autodestructiva.

Kathy, interpretada por Jodie Comer, es la esposa de Benny, uno de los miembros principales de los Vandals. Kathy es una figura central en la narrativa de Vandals y su relación con Benny proporciona una perspectiva íntima y emocional sobre el impacto del crecimiento y la evolución del grupo de motociclistas

Al principio, Kathy se siente atraída por el espíritu rebelde de Benny y la libertad que representa su vida en el club. Sin embargo, a medida que los Vandals crecen y se vuelven más notorios, la naturaleza violenta y autodestructiva de la pandilla empieza a afectar su relación y su vida personal. Kathy, consciente de los peligros y las tensiones que se desarrollan dentro del grupo, lucha por mantener su matrimonio y proteger a Benny de los efectos negativos del estilo de vida motociclistas. Ofreciendo una representación auténtica de una mujer atrapada entre el amor por su esposo y el peligroso mundo en el que él habita

Las consecuencias del crecimiento del grupo incluyen una escalada de violencia y conflicto interno, así como la infiltración de individuos que buscan poder más que amistad. Este cambio en la dinámica del club pone a prueba la lealtad y la seguridad de todos los involucrados.

La película está bellamente filmada en 35mm y se captura la esencia de la época sin caer en una recreación fetichista del pasado. Nichols utiliza el escenario y el período para explorar uno de sus temas recurrentes: las personas que luchan desesperadamente por aferrarse al amor y la identidad

“El Club de los Vándalos” evita una nostalgia simplista y en su lugar ofrece una mirada matizada y agridulce sobre la cultura motociclista y los cambios sociales de la época

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