Un inolvidable ejercicio de tensión que NOP conoce fronteras

No les quiero vender trama, pues lo mejor que se puede hacer para disfrutar de ¡Nop! es asistir lo más pronto posible a la sala de cine y con el menor conocimiento de ésta. Así, la experiencia será ideal. Y no me confundan, calificarla como “ideal” no implica que te vaya a gustar, ya que estamos ante una de esas, cada vez más extintas ocasiones, en que el cómo te cuentan una historia, supera a la historia por sí misma. Dicho esto, mejor les pongo en contexto.

Martin Scorsese, Alfred Hitchcock o Steven Spielberg han trascendido en la historia del cine contemporáneo justamente por que podemos distinguir su estilo después de seguir su filmografía. Sin embargo, cuando hablamos de manejo de la imagen y uso de recursos visuales en la narrativa, pocos pueden hacerlo como Brian De Palma. Al concluir el visionado de ¡Nop! me resultó inevitable no pensar en él o en M. Night Shyamalan; directores arriesgados, con propuestas interesantes, algunas memorables, otras fallidas, pero que no dejan indiferente al espectador. Y es que, con esta tercera película, podemos ahora si encomillar al “cine de Jordan Peele”.

Luego de ¡Huye!,su debut merecidamente aclamado por crítica y público en 2017, el director de origen afroamericano nos entregó en 2019 “US”, ambas piezas del terror psicológico, con protagonistas que se enfrentan, bajo escenarios muy diferentes, con las secuelas de una cultura que ha normalizado el racismo y la violencia psicológica.

En esta tercera ocasión, Peele nos presenta de nueva cuenta a una pareja afro como protagonistas, que se enfrentaran a un terror universal, que no tiene nada que ver con la muerte, elementos sobrenaturales ni posesiones. Y justo ahí es donde radica su capacidad de enganchar. Es evidente que se permite hacer y deshacer sin ninguna pretensión, pero, sobre todo, sin restricciones. Su habilidad manejando el lenguaje cinematográfico para exponer un relato repleto de fantasía, pero a su vez, con un realismo escalofriante, se combina con un sutil humor negro sobre la sociedad moderna y su necesidad de trascender (o enriquecerse) a base del sensacionalismo, el morbo y la primicia.

Al inicio de esta nota mencionaba que no les daría una sinopsis; tampoco les diré si es buena o mala, sencillamente porque eso sería sesgar su opinión y predisponerlos. Sin embargo, no puedo dejar de remarcar que ¡Nop! es una experiencia inusual y multisensorial que logra recordarle a la audiencia la gran diferencia entre VER una película en un dispositivo móvil, DISFRUTARLA en la televisión y VIVIRLA en el cine (y de ser posible en una pantalla IMAX).

IMPERDIBLE

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