Por fin llega la tercera entrega de Trolls, una serie que gusto en sus presentaciones anteriores principalmente por la música y la pléyade de estrellas que participan. Anna Kendrick y Justin Timberlake regresan como Poppy y Branch (Ramon). Belinda y Benny Ibarra se encargan del doblaje al español. Dreamworks nos trae esta aventura escrita por Len Blum y dirigida por Walt Dohrn, carismático actor de voz, escritor y director, quien da voz a Rumpelstiltskin en Shreck Forever y la dirección de las anteriores entregas de Trolls.
En esta ocasión veremos revelado el pasado y niñez de Ramon, y las razones por las cuales en la primera película se mantenía tan cerrado y cauteloso. Conoceremos a sus hermanos entre una serie de canciones como es costumbre en la serie, en mas de algún momento te encontraras moviendo los pies al ritmo de la música.
Si bien entretenida, toda la trama es simple y muy predecible, tal que casi al inicio ya puedes sospechar que va a suceder mas tarde, quitando toda sorpresa. La historia lleva a los personajes a viajar, dejando algunos de los personajes que ya conocemos de lado, y, que de alguna manera esperabas ver, se introducen, si, otros personajes, que de alguna manera no logran conectar del todo con el público, volviéndose grises y confundiéndose un poco entre ellos.
La parte musical que es el centro de esta serie, de alguna manera se queda corta con sus predecesoras, siendo un tanto repetitiva y dejando con expectativa de escuchar más, si se escucha doblada, solo es en algunas partes, muchas canciones se mantienen en su idioma original, lo que, si desencaja un poco el flujo de la música, recomendaría verla en ingles para mantener la fluidez. Se introduce si, de manera muy divertida referencias a icónicas bandas de chicos, después de todo es la premisa principal de la historia. Lamentablemente la aventura se basa en esta reunión, dejando poco tiempo para la participación de la banda en sí. Canciones como Family, Vacay Island, Better place, Let´s get married, y Watch me work dan ritmo en esta ocasión.
Por el lado de la animación es buena y colorida, digna de Dreamworks, lo único es la inspiración que usaron en esta ocasión, mezclando estilos y diseños de personajes que desencajan un poco a lo que se vio anteriormente, esto causa la sensación de que las cosas no cuadran del todo, algunas partes psicodélicas, algunos personajes diseñados en estilo retro con inspiración en los dibujos animados de los años 30´s contrastan con el diseño mismo de los Trolls. Esto causa que las cosas se perciban desarticuladas.
A pesar de todo lo comentado, es una película divertida, predecible, pero disfrutable, óptima para una matiné de domingo con la familia, los pequeños la disfrutaran sin duda, aunque no la recuerden por mucho tiempo.