Aprender a dejar ir es sin duda uno de los retos más grandes para cualquiera; DreamWorks hace una analogía perfecta sobre una de las decisiones más grandes que los directores de una saga deben tomar: dejar que los personajes evolucionen con la historia.
Nos hemos acostumbrado con tantos ejemplos a que las sagas decaen con cada entrega que cada que una historia sobre pasa la trilogía damos por sentado que será mala. Sin embargo Kung Fu Panda es para mi la mejor entrega de toda la saga. La historia sigue con la receta que ha funciona en las películas anteriores al agregar complejidad y capas a la misma historia una y otra vez.
Esta película muestra que vale la pena esperar con tal de entregar una película que supere a la anterior. Con decisiones valientes como dejar fuera a muchos personajes icónicos en los primeros tres largometrajes y agregar personajes totalmente nuevos, le da un aire de frescura y nostalgia bastante interesante que permiten la construcción de pilares que puedan soportar las siguientes entregas de esta saga, resultando en una historia entrañable, profunda y llena de mensajes trascendentes para niños y adultos.
El doblaje es excelente, con un Omar Chaparro apropiado del personaje y un soundtrack que que solo Jack Black puede construir. Sin duda una película que vale la pena ver en la pantalla grande.